El Telar de los días
En el Telar de los Días la poeta Aída Esther Mora nos lleva a caminar por el agitado, emotivo, hermoso pero frágil camino de la vida: en lo que somos y en lo que, ella intuye, seguiremos siendo.
Nos va mostrando, en versos zigzagueantes, como el mismo devenir de la existencia, el afán cotidiano, el empeño imperecedero de la mujer que construye y consume cada hora de cada jornada entre risas y llantos, con la urgencia de amasar una existencia lo suficientemente homogénea que leudará y finalmente, en una estela de recuerdos físicos y etéreos después de que “ella”, a quien la poeta no quiere darle un nombre, pero que ya conocemos desde que llegamos a este mundo, nos venga a “tamborilear su baile entre los huesos” Sutilmente con resignada nostalgia, nos abre la puerta que nos encamina al “otro” sendero, el de los recuerdos, el estar y no estar, o sólo permanecer, como bien lo dice, en “una sonrisa estacionada en fotografías” y como si no quisiera embelesarse en aquel narcotizante sueño mortal, finalmente nos despierta y nos empuja de nuevo a la vida, a vivir y a cantar. Así nos deja, suspendidos en el hilo de sus versos, pensando en la fragilidad de la existencia, hurgando en el verdadero sentido de la vida y la trascendencia que no alcanzaremos nunca a vislumbrar…o quizás si, al menos en éste poema, Aída Esther Mora algo de eso nos ha mostrado.
Luis Hernández, Poeta.